Tras un primer set muy parejo, la menor de las hermanas estadounidenses se llevó por delante a Venus, le ganó la final por 7-6 (7-3) y 6-2, y se consagró campeona de Wimbledon por tercera vez en su carrera.
Serena Williams derrotó a su hermana mayor, Venus, por 7-6 (7-3) y 6-2, y se consagró campeona de Wimbledon por tercera vez en su carrera.
Además, volcó el historial familiar 11-10 a su favor, se vengó de la final del año pasado y, de paso, le impidió a su hermana mayor consagrarse bicampeona sobre el césped inglés.
Tras un primer set muy parejo (no hubo quiebres y duró 52 minutos), la menor de las hermanas jugó un notable tie break, se lo llevó con autoridad por 7-3, y de allí en más se llevó por delante a Venus y le ganó por tercera vez una final de Wimbledon (2002, 2003 y 2009).
Del otro lado, y sin desentonar con la importancia del evento, Venus, defensora del título, exhibió un buen nivel de juego, pero fue superada físicamente en el desempate del primer set, y luego decayó.
En el segundo parcial, la menor de las Williams dominó claramente a Venus, que nada pudo hacer tras perder el saque en el sexto game, cuando quedó 2-4 en el tanteador.
Uno de los puntos claves de la victoria fue el saque de Serena. No sólo no lo perdió nunca, sino que además metió 12 aces, contra 2 de Venus.
Ahora, ambas se prepararán para jugar, juntas, la final del torneo de dobles, para terminar de evidenciar que en este Wimbledon, la supremacía Williams fue absoluta.
GENTILEZA canchallena
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