viernes, 4 de septiembre de 2009

"Me gusta que la gente confíe en mí"


Del Potro quiere cerrar de la mejor manera la temporada y admite que genera mayores expectativas que antes; igual, no pierde la mesura.


NUEVA YORK.- Como suele suceder en las horas previas de un torneo tan grande, el Players Lounge, el salón en el que se reúnen los tenistas, desborda de gente. Están los jugadores que ya se entrenaron, los que van a practicar, los que terminaron su rutina y pasan su tiempo libre allí, todos con sus respectivos cuerpos técnicos. Allí, después de una práctica vespertina, es donde Juan Martín del Potro conversa con LA NACION. Aparece con un modelo de campera que estrenará aquí, se acomoda en un sillón y cuenta sus sensaciones antes de su debut en el US Open frente a un amigo, Juan Mónaco.

-Este es tu Grand Slam preferido. ¿Con qué expectativas llegás?

-Estoy bien. Me fue bien en los torneos previos, en Washington y en Montreal, con partidos largos y ante rivales muy buenos, y tuve resultados positivos. También sufrí el calor, pero la baja de Cincinnati vino bien para recuperarme. Sólo faltan ajustar algunos detalles, pero estoy listo para jugar. Este es el último Grand Slam del año y quiero andar bien.

-Por lo que contás, te sentís con confianza. ¿Cómo estás en la parte física?

-Tuve muchos partidos en dos semanas y tampoco me tocaron partidos fáciles ni cortos, muchos los tuve que luchar hasta el final, por eso no jugué en Cincinnati. Elegí descansar un poco y entrenarme para llegar bien, porque en torneos largos como éste, con partidos de cinco sets, hay que ahorrar energía lo más que se pueda.

-Tenés más experiencia respecto del año pasado. ¿Se siente la diferencia?

-En torneos como este ya se sabe quiénes son los favoritos y quiénes pueden dar la sorpresa? Yo estoy para seguir aprendiendo, vivir el momento y estar atento a mi oportunidad de tener un buen resultado. Y si estoy bien preparado, sé que voy a tener más chances de lograrlo. Si no, veré qué hice bien y qué hice mal, y a seguir para adelante y seguir trabajando. Hasta ahora tuve un muy buen año y quiero terminarlo de la misma manera.

-Pero ahora hay más expectativas puestas en vos.

-Y? la gente opina y me pone como favorito, pero creo que los que estamos acá sabemos que los grandes favoritos son los cuatro que están arriba, y también Roddick, que viene jugando bárbaro y es peligroso. Pero me gusta que la gente confíe en mí. Puede ser una presión porque hay que responder un poco a todo, pero estoy acá para hacer lo mío, hacer mi trabajo y llegar hasta donde me den el físico, el juego y la cabeza. Ahora el tenis está muy parejo y puede pasar cualquier cosa.

-A la hora de pensar en etapas decisivas, como una semifinal, ¿vos te exigís llegar ahí?

-No, no. En estos torneos largos hay que pensar en ir partido a partido, porque dentro de cada match hay situaciones favorables, otras complicadas que son difíciles de manejar, pero ya en una segunda semana todos los rivales son peligrosos y ahí te podés plantear otros objetivos. Pero ahora tenemos las primeras ruedas, que también son importantes porque hay que agarrar ritmo, pero no hay que ir obligado a ganar.

-En este año, ¿en qué creés que mejoraste más?

-En todo, porque es fundamental para mantenerme entre los mejores y seguir ahí, pero me falta muchísimo y sé que puedo mejorar un ciento por ciento más en mi juego, la cabeza y el físico. Todavía soy chico, sé lo que tengo que mejorar.

-Como en 2008, te toca el primer partido contra un compatriota; aquella vez fue con Cañas, ahora con Mónaco.

-Sí, es algo feo enfrentar a un amigo, pero esto no depende de nosotros. Es un poco de mala suerte, pero en la cancha los dos vamos a querer jugar a muerte y ganar; después saldremos y estará todo bien, como siempre. A mí hace mucho que no me tocaba algo así, pero es algo que no se puede evitar. Hay que tratar de arrancar bien, sea quien sea el que está enfrente. Me toca vivir cosas muy lindas por tener buenos resultados y este es el torneo que más me gusta, pero quiero enfocarme en mi objetivo, que es seguir aprendiendo.

GENTILEZA CANCHA LLENA

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